XXXVIII- ÉPOCA INVERNAL


XXXVIII

ÉPOCA INVERNAL

En invierno el sol tarda en dejar la cama;
levanta la cabeza radiante y escarchada,
durante un par de horas apenas parpadea,
y como una naranja al fondo amarillea.

Me levanto temprano, cuando todo está oscuro
y siguen las estrellas en el cielo nocturno;
a la luz de una vela me tengo que lavar
y vestir; hace frío y suelo tiritar.

Ante la chimenea junto al fuego me siento
y mis helados huesos un ratito caliento;
o monto en un trineo y voy de descubierta
por las frías regiones que hay en torno a la puerta.

Si tengo que salir, me pone mi niñera
la bufanda, el abrigo y la gorra visera;
me quema el viento frío la cara y me la azota,
y su picor helado pone mi nariz roja.

Dejo huellas  oscuras en el suelo plateado,
mi aliento forma nubes en el ambiente helado,
y el lago, la colina, los árboles, las casas
con la escarcha parecen una tarta glaseada.