XXXIX
EL HENIL
Donde acaba el jardín y empieza la pradera
la hierva se pone muy alta
hasta que las guadañas relucientes se acercan
y la cortan para secarla.
Esa verde cosecha huele de maravilla;
luego la echan a los carros
y aquí, tras la descarga, en montones la apilan
para que podamos escalarlos.
Aquí están Monte Claro, Monte Aguja Oxidada,
Monte Águila y Monte Punzón;
los ratones que en estos montones tienen su casa
no so más felices que yo.
¡Son lo más divertido que hay para jugar,
qué estupendo es trepar por ellos
y ese polvo oloroso respirar y tragar
en los ricos montones de heno!