XXXVII- DESDE UN VAGÓN DE FERROCARRIL


XXXVII

DESDE UN VAGÓN DE FERROCARRIL

Más deprisa que las brujas, más deprisa que las hadas
pasan puentes, pasan ríos, pasan cercas, pasan casas,
y lo mismo que soldados que dispersa la batalla
por las praderas se extiende los caballos y las vacas:
valles, colinas, llanuras, peñascos
se desvanecen igual que un chubasco
y en un abrir y cerrar de ojos pasan
las estaciones de blanco pintadas. 

Allí puedo ver a un niño que gatea y se encarama
y desde una enredadera está pasando a una rama,
más allá hay un trotamundos que descansa y que nos mira
y aquí cerca veo un prado donde crecen margaritas.
Ahí pasa un carro que sigue el camino:
va con la carga y con el campesino;
va con la carga y con el campesino;
ahí un molino y allá un riachuelo:
¡son como chispas saltando en el cielo!