XVII
EL PAÍS DE RO-RO
Desde que desayuno hasta la cena
me acompañan amigos o niñeras,
pero al llegar la noche me voy lejos,
al país de Ro-ro, en el extranjero.
Tengo que componérmelas yo solo
sin que nadie me diga dónde o cómo,
y cruzar sin ayuda ríos, cerros,
océanos y montes entre sueños.
Hay allá lejos, esperándome,
cosas de ver y cosas de comer,
se ven también sucesos espantosos
hasta el alba, en el país de Ro-ro.
Aunque de día intento a veces ir,
no lo he podido nunca conseguir,
como tampoco logro recordar
la música que allí suele sonar.
