I
PARA WILLIE Y HENRIETTA
Si alguien puede entender de cabo a rabo
estos versos de antiguos buenos ratos
y de juegos de casa y de jardín,
vosotros, primos míos, sois los primeros, sí.
Vosotros fuisteis reyes - rey y reina -
conmigo en el jardín, sobre la hierba,
fuimos soldados, cazadores, marinos
y las siete mil cosas que suelen ser los niños.
Ahora sentados entre los adultos
nos quedamos tranquilos aquí juntos
y observamos desde estos miradores
cómo juegan los niños: son nuestros sucesores.
"Pasó aquel tiempo" dice irrevocable
la dorada cabeza irrefutable,
pero el tiempo, al que nadie puede atar,
prosigue su carrera y al amor deja atrás.